Catharina de San Juan

Catharina de San Juan

Catharina de San Juan

  • (1606? - Puebla, 1688)

En el pasillo izquierdo que conduce de la iglesia del Espíritu Santo, conocida como “La Compañía””, a la sacristía, se encuentra colocada la lápida con los restos de Catharina de San Juan, que las leyendas han relacionado con la “China Poblana”, y en la que se puede leer, del latín al español:

“A Dios Optimo Todopoderoso. Guarda este sepulcro a la venerable en Cristo Virgen Catarina de San Juan, que el Mogor dio al mundo y la Puebla de los Ángeles al cielo. Después que había vivido 82 años, amada principalmente de Dios, no menos de los hombres, humilde y pobre en la esclavitud, aunque ilustre por su sangre real, acaeció su fallecimiento, seguido de gran aclamación por parte del pueblo y del clero, en la víspera de los tres Santos Reyes, el año de 1688”

El primero en publicar que este personaje histórico usaba un traje colorido fue Antonio Carrión en su “Historia de la Ciudad de la Puebla de los Ángeles” de 1896. La vida y obra de este personaje los podemos conocer por diferentes publicaciones que se imprimieron en el siglo XVII. Su confesor, el jesuita Alonso Ramos, escribió que ella nació en 1602 en Delhi, India, siendo llamada Mirra. Cuando era niña fue secuestrada por piratas y llevada a Filipinas, donde fue bautizada como Catharina de San Juan. Por el comercio producido por la Nao de China, Catharina de San Juan llegó al puerto de Acapulco como esclava, siendo el poblano Miguel de Sosa su dueño. Al llegar a Puebla se volvió rápidamente famosa por sus constantes visiones de santos, ángeles, de la Virgen María y de Jesús. Esta mujer nunca dejó su carácter de esclava y murió en la total pobreza, tal y como lo podemos constatar al leer los bienes dejados en su tes- tamento: un crucifijo, algunos cuadritos, una cazuela y la ropa que portaba. En su funeral se dieron cita muchísimos poblanos que querían tener una reliquia de esta mujer, considerada como santa. Por esta razón su cuerpo fue sepultado en el altar de la antigua iglesia del Espíritu Santo. Como el culto continuaba, la Santa Inquisición mandó a destruir cualquier imagen que existiera de ella y a prohibir su culto por no ser aprobado por la iglesia.

La confusión entre Catharina de San Juan y la “China Poblana” radica en que durante el siglo XIX a algunas poblanas se les llamaba “chinas”, relacionándolas con las ropas tan llamativas y coloridas que utilizaban. Estas mujeres eran conocidas así en Puebla, Ciudad de México, Oaxaca y Guadalajara. Por esa razón se creyó que la “China de Puebla” era la que había inventado esos trajes.

Es así como a principios del siglo XX su imagen comenzó a ser utilizada y promovida como elemento del nacionalismo mexicano surgido durante el periodo post revolucionario.